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Artículos > ¿Para qué sirve una herramienta de transliteración a los bibliotecarios?

Catalogación e indexación

Biblioteca © Martin Adams, Unsplash

Al crear fichas de catalogación para libros o documentos en lenguas no latinas (como el ruso, el chino o el árabe), una herramienta de transliteración permite convertir los títulos, autores y otra información importante en caracteres latinos. Esto facilita la búsqueda y el acceso a estos documentos para los usuarios que no dominan los sistemas de escritura originales.

Por ejemplo, si un bibliotecario debe catalogar un libro en ruso con un título escrito en cirílico, necesita convertir el título «Война и мир» (Guerra y Paz) en caracteres latinos como «Vojna i mir», lo que permite su indexación en el catálogo de la biblioteca.

Búsqueda y consulta

Los usuarios de las bibliotecas pueden a menudo buscar libros o artículos utilizando caracteres latinos. Una herramienta de transliteración permite al bibliotecario proporcionar correspondencias precisas entre las búsquedas en caracteres latinos y los documentos en lenguas no latinas, mejorando así la experiencia del usuario.

Gestión de bases de datos

Al actualizar o mantener las bases de datos de la biblioteca, una herramienta de transliteración ayuda a mantener la coherencia y la uniformidad de los registros, particularmente cuando títulos o nombres deben ser normalizados entre diferentes lenguas y alfabetos.

Se trata de estandarizar los nombres de autores escritos en diferentes sistemas de escritura, convirtiendo por ejemplo el nombre ruso «Фёдор Достоевский» en «Fyodor Dostoevsky».

Intercambio de información entre instituciones

En las colaboraciones interbibliotecarias o al intercambiar documentos con instituciones internacionales, la transliteración facilita la comunicación proporcionando una versión unificada y comprensible de los metadatos bibliográficos.

Servicio de referencia y asistencia

Catálogo de tarjetas en madera marrón en una biblioteca © Erol Ahmed, Unsplash

Cuando un usuario solicita ayuda para encontrar recursos en lenguas no latinas, el bibliotecario puede utilizar una herramienta de transliteración para identificar y localizar rápidamente los recursos pertinentes, incluso si el usuario proporciona información en caracteres latinos.

A modo de ilustración, si un estudiante de ciencias sociales solicita recursos en japonés para su investigación, pero no puede proporcionar los títulos de los libros en kanji o kana, la herramienta de transliteración permite convertir la información proporcionada por el estudiante en caracteres latinos, permitiendo así al bibliotecario recomendar libros pertinentes en la colección.

Digitalización y archivo

Para proyectos de digitalización de documentos históricos o raros escritos en alfabetos no latinos, una herramienta de transliteración permite crear versiones digitales accesibles y buscables por una audiencia más amplia, asegurando que la información sea correctamente interpretada e indexada.

Imaginemos que la biblioteca posee una colección de cuentos tradicionales escritos en tigrinya, una lengua hablada en Eritrea y Etiopía. Para preservar este patrimonio cultural y hacerlo accesible en línea, el bibliotecario utiliza una herramienta de transliteración para convertir los textos originales en caracteres latinos. Esta conversión permite a los usuarios buscar y consultar fácilmente estos cuentos en línea, incluso si no están familiarizados con la escritura geʽez.

Gestión de colección multilingüe

En una biblioteca internacional, el bibliotecario es responsable de gestionar una colección de libros en diferentes lenguas, incluyendo persa, turco y coreano. Utilizando una herramienta de transliteración, puede normalizar los títulos de los libros en los sistemas de escritura respectivos de cada lengua en caracteres latinos, facilitando así la organización y búsqueda de los documentos para el personal y los usuarios de la biblioteca.

Edición de recursos pedagógicos

Al crear guías, catálogos o recursos pedagógicos multilingües, un bibliotecario puede utilizar una herramienta de transliteración para incluir descripciones e instrucciones en lenguas no latinas, haciendo así estos documentos accesibles a un público más amplio.

En resumen

Utilizando una herramienta de transliteración, los bibliotecarios pueden mejorar la accesibilidad, la gestión y la organización de los recursos multilingües, facilitando así un mejor servicio y una mejor experiencia para los usuarios de la biblioteca.